Apodado el “padre del arroz híbrido”, Yuan Longping cultivó la primera variedad de arroz híbrido de alto rendimiento en el año 1973. Desde entonces, el rendimiento del arroz híbrido ha seguido estableciendo nuevos récords mundiales, de 300 kg a 500 kg y luego 700 kg por mu (alrededor de 0,07 hectáreas). Ahora, el rendimiento por mu del arroz súper híbrido Chaoyou 1000 desarrollado por el equipo de Yuan ha superado los 1.000 kg. Anteriormente a Yuan, la comunidad científica mundial creía que el arroz no podía cruzarse.
Este hombre común pero grande no solo ayudó a China, un país con una población de 1.400 millones personas, a resolver el problema de lograr la autosuficiencia alimentaria, sino que también hizo importantes contribuciones de cara a la seguridad alimentaria mundial.
En la actualidad, el arroz híbrido desarrollado por el equipo de Yuan se ha introducido para una amplia aplicación y siembra de prueba en docenas de países y regiones de todo el mundo. En Madagascar, los rendimientos del arroz híbrido fueron hasta un 300% más altos que los de las variedades nativas. En Indonesia, produjeron más del doble que las cepas locales. En 2018, el equipo de Yuan llevó a cabo con éxito pruebas para cultivar arroz en los desiertos de Dubái, por primera vez en la historia.
A los ojos de muchas personas, se trataba de un científico que buscaba sin descanso sus sueños a pesar de la soledad y las dificultades. Los experimentos de reproducción híbrida no son una tarea fácil. En los primeros días de su investigación, Yuan examinó personalmente más de 14.000 espigas de arroz antes de encontrar seis plantas masculinas estériles naturales. A la edad de 90 años, todavía estaba realizando investigaciones, visitando los campos casi todos los días para observar el crecimiento del arroz híbrido.
Yuan era además un caballero benévolo con un compromiso inquebrantable con el bienestar de la humanidad. Aunque nació en una familia bien educada, fue testigo de la hambruna cuando era joven, lo que le hizo decidirse a dedicarse a la investigación agrícola. Pasó más de 10 años ayudando a los países africanos a cultivar arroz híbrido y trabajó incansablemente para aprovechar el potencial de rendimiento del arroz durante décadas. Durante los últimos años de su vida, Yuan se dedicó a la investigación y desarrollo de arroz marino. Hizo todo lo posible para cumplir su deseo de toda la vida – que la gente de todo el mundo tenga suficiente para comer.
Yuan Longping ha dejado un precioso legado de la pequeña semilla de arroz al mundo. “Todos somos como una semilla – deberíamos tratar de convertirnos en buenas personas”, comentó una vez Yuan. Vale la pena recordar a este hombre ordinario pero genial.
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Yuan Longping: Comprometidos con la benevolencia y bienestar de la humanidad
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